con T de pensamienTos varios

Qué curioso…

Yo soy una persona que solamente se ha mostrado tal y cómo es con un par de personas. Me siento especial en el sentido más inocente y modesto de la palabra. «Rarita» también quizá podría ser un buen adjetivo.

Cuando conoces a alguien especial o te reencuentras con alguien especial después de tantos años (al fin y al cabo os volvéis a conocer), te produce tal confianza que decides compartir todos y cada uno de tus secretos y complejos. Cuando eso termina, pasáis a ser desconocidos.

Supongo que debe ser por todo el rollo de superar la etapa y querer tomar distancia, pero a veces lo pienso y me pregunto: ¿Cómo puedo agachar la cabeza y huir cual rata, de una persona que hasta hace relativamente poco, se despertaba a mi lado contemplando mi cara de dormida, mi pelo hecho un higo y mi maquillaje aparcado en mi neceser?

Me parece irónico que podamos «resetear» tan rápidamente nuestro estado civil, pero sin embargo no podamos olvidar lo que sentimos por esa persona tan fácilmente. Te cruzas con esa persona asumiendo que ya no hay nada entre los dos y te haces «la loca» para no hablar con él, pero coladita hasta la médula. Si podemos resolver una cosa, deberíamos resolver la otra ¿no?

Me doy cuenta de que el ser humano es sumamente absurdo. Enfrentar, ser sincero, liberarse.. son 3 de los muchos conceptos a los que tendemos a repudiar por miedo. Pero, ¿miedo a qué? ¿a ser rechazados, vencidos o apartados?. Y si no lo hacemos, estamos dispuestos a asumir una falsedad sujetada por una sonrisa mal practicada delante del espejo y una conversación vacía con la única compensación de la aprobación del que tienes delante. ¿Vale la pena? Yo creo que no.

Otro día más reflexionando de lo absurdo que es todo y lo loca que estoy yo.

 

T

con T de hisToria

A veces me despierto en mitad de la noche con un sudor frío, que a ojos de las paredes blancas de mi habitación, doy una sensación terrible de haber tenido la mayor pesadilla jamás vivida. Esta terrible sensación me estuvo persiguiendo noche tras noche, a veces parecía que se apiadaba de mi y me dejaba descansar. Empecé a temer a mi cama, a la noche y al cansancio. Lo saciaba con café, coca cola o incluso hacía el amor con mi nueva conquista con el fin de no volver a pasar por eso.

Cuando te despiertas con la respiración entrecortada, las pupilas dilatadas, el corazón a 1000 por hora y sudores fríos, crees haber experimentado la peor pesadilla del mundo, sin embargo un día me quise parar a recordar que era lo que no me dejaba dormir.

Recuerdo flashes, pequeñas escenas como si de un trailer de película se tratara; imágenes a toda velocidad, otras que se esperaban 5 segundos, recuerdo una mano grande,fuerte y peluda sujetándome el pelo tan fuerte, que podía notar los leves tirones. Mi cuerpo humedecido por lo que parecían ser besos, besos por todas partes, un sarpullido de besos que se apoderaban de mi cuerpo sin que yo pudiera pararlo, y a fin de cuentas, no quería.

Ropa cayendo a un suelo neutro, un suelo poco conocido tanto para mí como para él, estábamos nerviosos, sudados, hambrientos de algo y sobretodo en el mejor sitio del mundo, en tierra de nadie.

De repente, me doy cuenta de que esas fatídicas noches que me llevo despertando sobresaltada, no son más que sueños, buenos sueños, vídeos mentales que por alguna extraña razón me hacen despertarme con tremenda angustia. ¿Por qué no puedo olvidar ese día? ¿Por qué no puedo simplemente guardar el recuerdo en la misma estantería que la de los chicos con los que me he acostado?

A veces, cuando me acuesto en mi cama, siento la presión de esas manos fuertes apretándome fuerte las muñecas, y ese fantasma del recuerdo se apodera lentamente de mí. Dios… nunca he deseado tanto y con tanta fuerza.

No puedo parar de pensar en la manera de besarme que tenía, de mirarme, que parecía que con los ojos se dedicara a robarme mis pensamientos, como me tocaba lentamente, como no podía reprimir su ansía, sus ganas de hacerme sentir deseada, querida, amada….

Cuando al día siguiente abrí los ojos, allí estaba, el que por unas horas fue mío, mi hombre, mi único en el mundo, y que cuando se abrieran sus ojos y le diera lo buenos días a la mañana, todo iba a cambiar para siempre.

Y solamente me queda un recuerdo y varios sudores fríos… pero fue real, fue una bonita historia real, una clandestinidad no intencionada que hizo de eso la historia más bonita del mundo.

Recomiendo esta canción 100% para escribir de un amor, un GRAN amor

T

con T de punTa del iceberg

-¿Y tú, que opinas?

-Me hace gracia… me hace gracia como la gente por no querer reconocer según que cosas o por miedo a decirlas en voz alta  y darse cuenta de que es así y NADA podrá cambiarlo, se dedica a ver solamente la punta del iceberg, o mejor dicho, quedarse con la parte superficial de las cosas.

Entendemos lo que queremos entender, recordamos los sueños que nos interesan recordar y sobretodo… nos quedamos con quien nos conviene quedarnos. Así somos, poco luchadores, conformistas y creadores de una zona de confort de mierda que hace que los años pasen y pasen, y cuando te das cuenta, miras a tu alrededor y la mitad de tu vida se te ha ido por miedo, MIEDO, odio esa palabra.

-¿Miedo a qué?

-Miedo a no decir te quiero a esa persona que posiblemente ha estado años esperándolo y ya no podrás saberlo nunca si te correspondía, miedo a no querer pegarte pecho con espalda a una persona desconocida con una sola mochila, y tirarte desde un avión con la única garantía de supervivencia que te proporciona un rezo mal hecho. Miedo a no decir las cosas tal y como son para evitar reconocerlas, miedo a soñar porque los sueños piensas que te quedan grandes.

Nos fijamos unos limites, unos imposibles para garantizarnos una seguridad absurda, para evitarnos sufrir, morir, llorar o caer. Pero querida gente, es INEVITABLE que pase eso. Entonces, si lo es… ¿Por qué no dejamos de poner limites a unos limites ya estipulados por un destino? ¿Por qué no dejamos de ponernos barreras encima de otra barreras?

Yo no me arrepiento de NADA de lo que he dicho, hecho o pensado. Soy impulsiva, y reconozco que me juega malas pasadas, pero lo prefiero… prefiero ser una loca impulsiva a pensarme las cosas dos veces y dejar pasar las oportunidades por ese miedo…

Ama, ríe, llora, besa, dile que l@ quieres, tírate en paracaídas, haz «puenting», siéntete libre, feliz, llama a un timbre y sal corriendo, gasta bromas por teléfono, bañate en pelotas, haz el amor tanto como puedas, ponte ACDC y baila como un/a poses@… sea lo que sea, pero házlo!

Haz que las cosas sucedan, vive una vida que recuerdes, porque verdaderamente solamente tenemos una, y yo no me la quiero pasar huyendo o llorando.

-Queremos tu versión ¿Qué pasó con él?

-Yo me enamoré de una historia, una historia que supo abrazarme cuando lo necesitaba, que supo sostener las palabras y convertirlas en los mejores silencios. Fui afortunada, no me quedó nada por decir, la viví, la sentí, la consumí en cada segundo que la disfruté… aprendí que si quería.. los segundos podían ser tan válidos y valiosos como cualquier hora, dia, semana, mes o año….

-¿Y por qué?

-Pues porque me enamoré de la historia más bonita del mundo.

-Gracias

con T de esTancarse

Después de un mes sin escribir y pocos motivos para haberlo hecho… he llegado a unas conclusiones:

Creo que la gente se estanca, más que en una relación, en una historia. Digamos que sentimos miedo de salir de una historia para entrar en otra o por lo menos, para querer descubrirla.

Es como cuando somos pequeños, o no tan pequeños y escuchamos un ruido o vemos una sombra sospechosa como si de un monstruo feísimo se tratara y que, a todos nos ha pasado, no era más que una silla con ropa amontonada. Nos tapamos rápidamente con la sábana porque preferimos quedarnos ahí quietos, tapados, sin ver lo que ocurre allí fuera porque quizá nos pensemos que es mucho peor.

No somos capaces de afrontar las realidades e incluso nos hacemos daño por evitar a toda costa tener que hacerlo. Pues por mi parte, ya no quiero que sea así. Quiero mirar a ese monstruo a la cara y enfrentarme a él. Quiero dormir sin sábana para que cuando me entre la puñetera paranoia, no pueda taparme y no tenga más remedio que mirar a la cara a lo que más me asusta.

Preferimos pasarnos la vida estancados en una historia, en un amor y en una persona imposible en lugar de enfrentarnos a lo que vendrá, que quien sabe, sea mucho mejor, o como llevo oyendo últimamente, más conveniente.

Cuando sufres una ruptura, sea con una pareja o incluso un amigo, echamos de menos aquello por lo que hemos sido felices, es obvio pensaréis, pero ahí quiero llegar… no echamos de menos ni estamos enamorados de una persona en concreto si no de la historia que hemos vivido allí, algo pasado, intangible y posiblemente difícil de igualar o repetir. Entonces, ¿Por qué no dejarlo estar? ¿Por qué no convertirlo en una bonita página de nuestra vida, mojarnos dos dedos y pasar a la que hay después?

Pues a eso me refiero, porque eso es lo que yo voy a hacer a partir de ahora…

T

con T de amor injusTo

Ala, se acabó el ponerme poética, vuelvo de nuevo 🙂

Pensaréis que soy bipolar porque obviamente hasta hace unas horas estaba escribiendo de otra manera, y así ha sido, tan de otra manera que mi situación parecía una mezcla entre una escena de «los gremlins» y el final de Titanic.

En realidad este post está vinculado al escrito anteriormente. Me parece injusto que el amor se utilice tan gratuitamente, que la gente lo utilice para cualquier cosa.Pues bien, para UNA PUÑETERA VEZ en mucho tiempo que consigo volver a sacarle la mierda a esa palabra y dejarla limpia y reluciente con su verdadero significado, viene algo llamado INJUSTICIA, DESTINO o como lo queráis llamar, que con el pie lo vuelve a llenar de mierda.

Cuando alguien sin esas preocupaciones porque ya tiene la vida sentimental solucionada y a ti te ve como una pobre desvalida, te dice: «el amor no se busca, aparece solo» pues una cosa os voy a decir: IROS TODOS A TOMAR POR SACO!

Cuando uno encuentra sin buscar, ¿De que sirve si resulta que no puedes estar con esa persona? ¿Es una broma pesada del destino? ¿No tiene nada más que hacer que jugar con gente como yo, simplemente por.. nada? En fin, sea como sea, yo no me voy a quedar para verlo.

Si algo agradezco haber aprendido pronto, es que simplemente «si tiene que ser, será… si no, pues.. no»

Creo que hay que sacar el lado positivo de las cosas, y esta situación tiene un millón de cosas positivas.. incluso me atrevería a decir que más importantes que por la que ahora mismo estoy sufriendo.

Nada más 🙂

T

con T de (ex) anonimaTo

Supongo que esto no tiene nada que ver con lo que yo suelo escribir… y hoy no me apetece arremeter contra los hombres, al fin y al cabo hoy.. no tengo motivos.

Hoy arremeto contra la injusticia del amor, con lo que verdaderamente significa, lo que creí que ya no existía y lo que ha vuelto a surgir de unas cenizas que creí llevadas por el viento.

Supongo que el titulo de esta publicación significa dos cosas:

1- Una despedida

2- Un descubrimiento

Yo pensé que me había enamorado de una historia, que había magnificado un intercambio de e-mails, 400 para ser exactos, o quizá más, la verdad me da igual. Yo soy una persona bastante «aguafiestas» como me llaman mis amigos, dificil de sorprender, todo me lo espero…

Pero ayer, una persona fue capaz de sorprenderme, de pillarme por sorpresa y de tirar esa primera ficha de dominó que ha hecho que el resto de la fila vaya cayendo una por una. Ayer nos conocimos por primera vez, creo que nunca había estado tan nerviosa, tan contenta, tan… todo.

Lo vi y por encima de todo deseé que lo que sentí en ese momento fuera un sueño, una mentira que con un pellizco me hiciera volver a mi cama, a una alarma a las 8:00 de la mañana, pero no.. era real, estaba allí. Nos dimos un abrazo tan grande, que si el mundo terminaba en ese momento, creo que no nos hubiera importado, porque nos cogería juntos, abrazados y diciéndonos todo lo que habíamos esperado 3 semanas y 400 e-mails decirnos.

¿Por qué no me miras a los ojos? – le dije

Me respondió, aunque no hizo falta, sé porque no lo hacía, y yo sin embargo no podía parar de hacerlo. Sabía que ese sería el primer día y el último, y quería sacar fotografías mentales de todos y cada uno de los segundos que permanecía mirándolo como una bobalicona, y estaba dispuesta a hacerlo el resto de mis días.

¿Sabéis? cuando pienso en él me mareo, se me crean unas mariposas en el estómago que nadie puede imaginar… lloro de rabia porque no para de retumbarme en mi cabeza ese «no puedo hacerlo», quizá esa vocecita no es suya, si no mía. Yo misma me estoy apartando de algo que puede hacerme mucho daño.

Dios mío como duele, le quiero, le quiero mucho, y sé que nunca dejaré de quererlo. Ha sido la historia más bonita que he vivido nunca, y me da igual que esto acabe, porque cada segundo de esas tres semanas, lo he disfrutado, lo he vivido al máximo, cada letra tecleada por mis manos ansiosas de explicarle mis cosas o simplemente saber de él, ahora me confirman que TODO valió la pena, y por eso todo cuanto a partir de ahora sufra o llore, será porque tiene que ser así y no por hacerlo en vano, sin motivo de peso.

Finalmente lo hizo, me miró a los ojos, y maldito momento en que lo hizo. Ahora no hay vuelta atrás, ya era uno más de ellos, ya era como él. Mi cuerpo empezó a cambiar… mis ojos, mis manos… no entendía que me estaba pasando.

Ahora ya lo sé…. me he convertido en un zombie.

con T de pagafanTas

La riqueza y evolución cultural de las sociedades es tan constante, que permite que permanentemente se creen nuevas situaciones, interacciones u objetos necesitados de una nueva nomenclatura para que las personas podamos referirnos a ellos.

Aldea global, emoticono, nini, zombie… y millones más. Términos de nueva creación, neologismos, que están perfectamente asociados y consolidados, dentro de nuestro imaginario, con acciones o personas en concreto.

Hoy agradezco poder utilizar este espacio que gentilmente me han concedido en el gran Con T de Tópico para romper una lanza en favor de todos aquellos hombre maltratados, también por este blog (afortunadamente, no es mi caso… de momento) centrándome en un adjetivo, término de nueva creación, que nació para ejemplificar y dar por fin personalidad a un tipo de hombre que ha sido menospreciado indiscriminadamente, por los siglos de los siglos, amén. Se trata del término: PAGAFANTAS.

No negaré que la primera vez que lo oí quedé un poco extrañado, pero cuando investigué su signficado, no pude más que reir un buen rato. Calmadas mis risas, inicié un pequeño estudio sobre la profundidad del término, lo que me llevó a entender QUÉ significaba realmente: niveles de autoestima por el suelo, capacidad de superación nula, y enamoramiento, no solo no correspondido, sino utilizado con desprecio, sin complejos y bajeza indisimulada, por la mujer receptora de este amor. En definitiva, todo lo negativo que nos puede llevar el amor tóxico.

Eso ya no hacía tanta gracia. Además, el término engloba todos los factores, pero si los miramos por separado, es indudable que individualmente se aproximan a situaciones vividas por la mayoría de nosotros, los hombres, al menos en alguna ocasión.

En fin, vamos por partes:

ÉL
El pagafantas, al final, no deja de ser una víctima. Víctima de la sociedad, de los estereotipos, de los tópicos. Víctima de mujeres bellas con pocos escrúpulos e inexistente capacidad de empatía.

Se trata de un personaje que comete el error de enamorarse de una persona superficial e inabastable, y que es sometido psicológicamente por ella, anulando completamente su personalidad.

ELLA
Para la mujer adulada, significa un esclavo físico y psicológico, que alternativamente va pasando de llevabolsas (cuado va de compras) a todooídos (cuando tiene que escuchar los insoportables problemas, a menudo sexuales, que la fémina amada sufre con sus múltiples parejas).

Aunque lo peor, es que ella está convencida que es EVIDENTE que su belleza es absolutamente incompatible con la del pagafantas. Y en consecuencia, que él tiene SUERTE de que le permita recoger las migajas que ella va dejando.

Para ella, por su superficialidad e incapacidad de empatía, es inimaginable pensar que el pagafantas está convencido de máximas cómo: que esa proximidad es positiva para él, que a la larga, tanto picar piedra le reporatará conseguir su objetivo, (llegar a la persona amada), que tarde o temprano ella se dará cuenta de que con él podría ser feliz…

Pero, y concluyendo, se engaña. Porque a ella no le interesa alguien que la haga feliz. Le interesa sentirse adulada, saber que puede tener una legión de seguidores detrás, y sobre todo, dejarse maltratar por gente que la valora solo por su físico.

No. A todas la mujeres torturadoras del mundo: esto NO se hace. Os pido que seáis capaces de interpretar el dolor que provocáis en vuestros aduladores, y dejar a un lado la vanidad para decirnos claramente lo que hay. Porque por vuestra parte, solo hace falta un poquito, muy mínimo, de buena voluntad, para descubrir lo que quiere un hombre de vosotras.

Y no. A todos los hombres pagafantas del mundo, y sobre todo, a mi amigo. NO continuéis por este camino. Es una forma de tortura psicológica. Valéis mucho más que eso. Por favor, NO OS DEJÉIS MALTRATAR

con T de anonimaTo

Buenas noches,

Hoy quiero hacer un paréntesis a mis rabietas contra los hombres y hablar muy a favor de uno en concreto.

Alguien de quien me he enamorado profundamente. Un amor literario y platónico que hace que cada letra de sus publicaciones sea una nueva sonrisa de bobalicona en la cara.

Siempre dicen que hablar con un desconocido es lo mejor del mundo, porque es objetivo y no te puede juzgar. Hasta ahora no me veía compartiendo banco con alguien y empezar a hablarle sin que marque el número de la policia o se aparte por si empiezo a tirarme de los pelos y hacer la croqueta.

Hoy, puedo decir que es LO MEJOR, que lo recomiendo, no lo del banco… lo del desconocido. Lo que empezó con una simple pregunta, acabó con 191 mails llenos de pequeñas historias, confesiones, rutinas y mucha mucha confidencia. Así que sí, me he enamorado de alguien que no conozco ni visto ni escuchado.Me he enamorado de su manera de escribir, de pensar, de animarme, de entenderme, de apoyarme y de «escucharme». Él tiene miedo a decirme quien es, como es y ya creo saber porque…

Quiero ser egoísta, no decirle quien soy o como soy, quiero seguir enamorándome sin ningún tipo de prejuicio físico… nunca pensé que alguien así conseguiría hacerme sentir tan bien, es más… por su naturaleza lo raro es que siga viva…

Y así fue… como me enamoré de un Zombie….

con T de filTro

¡Hola!

Hoy he bautizado esta publicación «con T de filTro» porque vistas las experiencias de muchas mujeres incluidas las mías, quiero hacer referencia al «después de la primera cita».

Quería investigar un poco más los motivos, pero creo que aparte de ser bastante obvios y un tópico en toda regla, no podía aguantar más sin decirlo.

En la fase previa a una primera cita, normalmente sacada de apps de contactos como «Tinder» «Adopta un tío» entre otras (hoy en día nos «alimentamos» de eso), todo suele ser perfecto, por lo menos casi siempre.

Compartimos gustos, nos reímos, nos damos los buenos días, los buenos medios días, las buenas tardes, las buenas noches y nos quedamos horas y horas hablando de millones de cosas que hacen que nuestros cerebros desprendan una alegría incontrolable por pensar que hemos encontrado a alguien que «vale la pena». Nos pasamos el día mandando fotos tontas, sometiéndonos al famoso tercer grado de ¿Dónde vives? ¿Por dónde sales? ¿Qué música escuchas? entre otras muchas tonterías que parecen sacadas de una entrevista de trabajo mal hecha.

Acto seguido, nos proponemos quedar para tomar algo, aunque todos sabemos o la gran mayoría sabemos que esa quedada sirve para dos cosas:

– Corroborar que la persona de las fotos, es la de las fotos.

– Intentar estar el mayor tiempo posible por si «cae».

Las quedadas pocas veces se ven interrumpidas por otros planes ajenos a la persona que quieres conocer, por lo que siempre intentamos tener disponibilidad de, por lo menos, parte de la tarde y toda la noche.

Sé que me enrollo como las persianas, pero hay que explicarlo todo para que el filtro se entienda.

Cuando llega la esperada cita, todo es estupendo; nos hacemos un escáner de lo más preciso posible, damos nuestra aprobación con una sonrisa o mostrando un frenético interés por la otra persona, nos acomodamos en una terraza y seguimos charlando de millones de cosas. Nos sentimos como si estuviéramos ganando una maratón al ver que llevamos hablando 2 horas sin silencios incómodos y que la cita tira para adelante.

El vende motos de turno, ya te habrá tanteado el terreno por el teléfono haciéndote creer que ha encontrado en ti a la perfecta compañera de viaje.

Cuando ya estás del todo cautivada por sus encantos y ya no queda un solo bar en la ciudad donde tomar algo porque os los habéis recorrido todos, te propone ir a cenar. No somos tontas, sabemos lo que quieren, pero aún así oye ¿Por qué no? la vida es una y no estamos para poner pautas ni protocolos por medio.

Accedemos y la cena sigue siendo igual de estupenda, nos miran, nos suplican con la mirada que tapemos su boca con la nuestra y así lo hacemos. Algunas citas quedan en un beso y otras en la cama, a gusto del consumidor.

filtro

Ahí entra el filtro, el famoso DESPUÉS DE. Esperamos que haya una segunda cita porque tal y como han ido las cosas no concebimos otra cosa que no sea una continuidad. Pues bien, casi NUNCA es así.

Hablan menos, no proponen quedar más o directamente vuelven a la carga en la app donde os conocisteis haciendo como que nunca ha habido compatibilidad con vosotras..

Ese filtro es el que determina si una cita se convierte en algo más o simplemente se queda en una atracción de feria en la que a pesar de haber gritado de emoción, bajas teniendo más que suficiente con una vuelta.

Pues bien, he obtenido respuestas de hombres, respuestas de todo tipo incluso de experiencias mías propias y el 80% coinciden:

«No estoy preparado para una relación»

¿ALGUIEN HA DICHO NADA DE RELACIÓN? ¿POR QUÉ NOS TENÉIS TANTO MIEDO?

Ya sé por qué y como remediarlo…. pero voy a esperar a la próxima publicación! 

T

con T de ¿amisTad?

¡¡¡Muy buenas!!!

Hoy me gustaría hacer referencia a la amistad entre un hombre y una mujer. Casualmente, las mujeres, esperanzadoras empedernidas e inocentes a más no poder (en el fondo es así), somos partidarias de que SÍ puede existir la amistad sin ningún tipo de antecedentes sexuales y/o/u sentimentales hacia la otra persona del sexo opuesto.

Los hombres, sin embargo, piensan que puede haber una amistad pero que la atracción física siempre existirá entre ambos, otra cosa es que el acto nunca se lleve a cabo, y no será porque ellos no lo han intentado.

Obviamente, l@s que alguna vez habéis leído mi Blog, sabréis que soy la generalizadora number 1. Pueden haber mujeres y hombres que piensen lo contrario a lo que yo estoy diciendo.

Para nosotras, en el momento que un hombre pasa a la «friendzone» se convierte inmediatamente en nuestro amigo gay. Ese chico heterosexual que creemos que dejamos de tener atractivo para él y aprovechamos la situación para hacerlo nuestro confidente, explicarle nuestras mejores posturas sexuales o, de lo contrario, gatillazos incontrolados por noches locas ajenas a él. Nos lo llevamos de compras, le preguntamos si el bikini nos sienta bien, que nos traiga una talla más o menos y por supuesto será nuestro más fiel aliado cuando tengamos que ir a casa de mamá para ayudarle con las bolsas de la compra.

Para ellos, en el momento que pasan a la «friendzone» nos convertimos rápidamente en su objetivo de vigilancia. La atracción aumenta a medida que más amigo se va haciendo de nosotras. ¿Por qué? pues porque nuestras mejores posturas sexuales les ayudan a saber que nos gusta en la cama, los gatillazos incontrolados por noches ajenas a él les ayuda a saber qué tipo de competencia tienen y lo mejor, las compras. Nos analizan centímetro a centímetro nuestro cuerpo ( con posibilidad de palparlo) aprovechando que «nos están aconsejando». Lo último, las bolsas de la compra de nuestra madre, en el momento que se la meta en el bolsillo, no habrá más remedio que escuchar el típico:

– Ay hija, con lo majo que es y la buena pareja que haríais.

Cuando pensamos que todo va genial, que podemos mostrarle al mundo que SÍ es posible tener un amigo heterosexual sin que haya pasado o pase nada entre nosotros, un día lo invitamos a cenar, salir, tomar una copa y como buenas hermanitas de la caridad, le invitamos a dormir a nuestra cama porque claro, es IMPOSIBLE que haga nada raro.

Pues bien, pensamos fatal, muy mal y ¿Por qué? porque entonces es cuando te pones de lado, se te arrima, aprovecha tus 4 copas de más y ZAS! ahí está, el guepardo acechando a su presa, que para él no has dejado NUNCA de ser algo sexualmente atractivo.

* obviamente amigos podéis seguir siendo, pero añadiéndole un «folla» delante 😉

En fin, para mí esto esto es completamente un tópico justificado. ¿Qué pensáis?.

T